Cambia el foco, y que les den


 

 

Dejé de poner mi foco en aquello que me hacía daño, y hoy lo he vuelto a mirar y ni me duele ni les va bien. La vida, supongo, pone a cada uno en su lugar.

Cuando estaba estudiando me uní a un grupo de baile con unas chicas. Llevaba deseando aprender ese baile mucho tiempo, y al fin lo había logrado. Pero tuve que priorizar mis estudios, y cada vez fui menos a bailar con ellas.

Unas semanas más tarde, cuando pude volver, habían cambiado. De repente su ego había subido hasta las nubes, se creían las reinas de la ciudad, y todo aquel que no era ellas era basura, yo incluida. Me pusieron mil excusas para no poder bailar con ellas (porque es lo que hace la gente cobarde, inventar excusas porque solo dicen lo que piensan a las espaldas). Yo no entendía nada, mucho menos su repentino rechazo. Hace unas semanas era una compañera más y luego no era nadie.

Tuve que abandonar mis sueños, decir adiós a lo que me hacía feliz, porque no me dejaron.

Tuve que eliminar de redes sociales a todas ellas, y a varios contactos comunes, porque no podía ver cómo ellas cumplían mi sueño y no me dejaban ser parte de él.

Han pasado años, y sigo deseando que el baile forme parte de mi vida, y tal vez un día me anime a volar sola y comenzar a bailar, pero no es el momento. Han pasado años y hoy me ha dado por mirar las rrss de estas chicas, y ¿Sabéis qué? Llevan año y medio sin bailar, cerca de dos años sin hacer eventos, y bastantes más sin subir ningún vídeo ni fotos bailando. En sus perfiles siguen poniendo un título que ya no forma parte de sus vidas, pero imagino que lo mantendrán porque es lo único a lo que se pueden agarrar ahora, a lo que una vez fueron.

Igual suena cruel por mi parte, pero me he alegrado. Eran unas chicas que sin formación previa habían aprendido un baile, se habían unido a un club más grande, y se creían realmente estrellas, cuando solo llevaban unos meses practicando.

Me he alegrado de que el tiempo les haya bajado un poco el ego, pero también me ha generado compasión el hecho de que tengan que seguir poniendo sus títulos cuando en la práctica no les representa. Ya no bailan.

Y yo sigo bailando, aprendiendo y creciendo. Ahora estoy haciendo otros tipos de baile y me siento plena y feliz. Pero además me siento parte del club, porque al contrario que esas chicas, esta gente te hace sentir acogida.

Ya veis, el tiempo pone a cada uno en su lugar, y la fama dura hasta que se dan cuenta de que sólo sabes 4 pasos.

 

[Texto e imagen propias protegidas con derechos. Cualquier copia sin autorización se considerará un delito. Si ves este contenido en otras personas, te ruego te pongas en contacto conmigo. ¡Muchas gracias!]

Comentarios