Es a través del arte que el corazón empieza a crecer, que suelta las tensiones de esta estresante vida, y late con más fuerza y amor.
Da igual el tipo de arte, porque hay uno que siempre se adapta mejor a cada persona, algo que llena de cosquillas el estómago como si te encontraras con tu gran amor.
Hay tantos tipos de arte como personas, porque no es una ciencia exacta, sino una especie de masa que se amolda a cualquier recipiente, y llena el alma de gozo.
Encontrar el que más conecta contigo es, en ocasiones frustrante, si lo ves como una meta. Pero si lo ves como un camino de aprendizaje cambia totalmente, porque entonces disfrutas de cada experiencia, y si al final no te llena pasas a otro, pero las vivencias se quedan con nosotros para siempre, y es de las pocas cosas que nadie nunca nos puede robar.
Solo experimentando se encuentra lo que se busca, o, incluso, lo que no se sabía que se estaba buscando.
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